Taller de intervención sobre el soporte fílmico Super 8
En la Biblioteca Popular Julio Migno se llevó a cabo el Taller de intervención en Super 8 a cargo del realizador e instalador Juan Benitez Allassia como actividad formativa y complementaria de la Tercer Edición de Festival de Cine San Javier. El evento se realizó con el apoyo a estímulos e industrias creativas de Espacio Santafesino. http://www.espaciosantafesino.gob.ar/
Las participantes intervinieron el soporte fílmico de una película en Super 8. (Imagenes Pendientes). La película intervenida colectivamente fue proyectada en la noche de clausura de la tercera edición de Festival de Cine San Javier.
INSTALACIÓN – CINE EXPANDIDO
La instalación surge como categoría artística en la década del 60 y puntualiza sobre las posibilidades expresivas de los medios y soportes tecnológicos. De manera frecuentemente autorreflexiva, aglutina distintas disciplinas artísticas como la performance, el teatro, la danza, el video, el cine, la pintura, desarrollando un dispositivo interconectado en la disposición de los códigos significantes de cada disciplina y sus respectivos dispositivos. De modo que configura un espacio que debe ser practicado mediante el visitante de la instalación y que lleva cada disciplina hacia su propio límite.
La multiplicidad de proyecciones simultaneas fue un rasgo característico de la instalación Hábitat, un gesto de ruptura con el dispositivo monocanal cinematográfico. Las imágenes proyectadas estaban bajo un tratamiento estético que daba la sensación de ser una pintura impresionista mediante la articulación de planos generales y detalles en fuera de foco.
La concepción del espectador-visitante que señalábamos mas arriba lleva lo cinematográfico hacia uno de sus posibles límites: el cine expandido. Mediante la percepción sensorial del cuerpo en un desplazamiento rizomatico sin principio ni fin sino con múltiples puntos de abordaje el visitante comienza a interactuar con sus propios sentidos de manera integrativa. Mediante el «espacio practicado» y altamente simbolizado (en el caso de Habitat la simbolización está vinculada a la relectura de los paisajes del litoral) se llevan a cabo ideas y formas de pensamiento de los espacios, que quedan sistematizadas por el desplazamiento del visitante e interpelan los sentidos como relaciones de lenguaje posible. Esto reconfigura sin duda el lugar clásico del espectador de cine que adopta una «protesis simbólica» centrada en la identificación sentida por los personajes de la pantalla otorgándole a ellos su propia fuerza de acción. En este sentido también la totalidad de la obra pasa a ser algo mas parecido a una experiencia de usuario que un relato cifrado por un narrador. Apuntando a las sensorialidades que suele trabajar el dispositivo instalación podemos decir que en una de las instancias del recorrido de Habitat se figura el litoral pero desde imagenes hápticas, ya que el dispositivo consiste en una sala oscura en su totalidad a excepción de una luz de flash que permanece siempre oculta y que cada unos treinta segundos da un destello de luz. Al ingresar a la sala oscura se anula la percepción visual para dar lugar a lo sonoro, ya que se oyen sonidos de abundante naturaleza y también al olfato, ya que en la sala se encuentran colgadas sendas ramas de sauces que el visitante debe atravesar (activando el sentido del tacto) a oscuras. De este modo el visitante puede tocar el espacio que lo rodea, que como decíamos es una alta simbolización del litoral, para de este modo obtener una descripción sensorial (olfato, tacto, escucha) de lo que lo rodea y percibir el pensamiento implícito de la obra.